Isla de Ons y la navegación fenicia

Isla de Ons y la navegación fenicia

Relevancia: Internacional

Isla de Ons y la navegación fenicia

Clasificación: Inmueble


Descripción

Descripción General

Hay pocos restos de los primeros tiempos de la historia de las islas Ons, por lo que no permiten aventurar la existencia de asentamientos o pobladores temporales. Por el contrario, sí se han localizado restos y asentamientos de cultura castreña pertenecientes a la Edad de Bronce. Uno de ellos es el llamado “Castelo dos Mouros” y, aunque se encuentra sin excavar, se aprecia su distribución circular con estructuras defensivas. El otro castro, que se conoce como “Cova da Loba”, se situó en la zona norte de la isla, pero de él no quedan más que restos de cerámica, baldosas y abundantes concheros.
Al igual que otras islas de esta costa atlántica, las Ons pudieron pertenecer a las famosas Casitérides griegas, pero la ausencia en las islas del metal al que se refiere este topónimo, el estaño, indica que únicamente pudieron ser base para su comercio.

Descripción Especializada

La audacia de los marinos fenicios les impulsó a emprender rutas hasta lugares alejados y desconocidos. Llegaron a ser tan buenos navegantes que en numerosas ocasiones otros pueblos, como los egipcios, solicitaron sus servicios.
A fines del milenio II a. C., disponían ya de los conocimientos técnicos suficientes y de los materiales necesarios para lanzarse a la navegación de grandes distancias. Construían sus naves con la preciada madera de los cedros y cipreses de los bosques libaneses. Una vez ensambladas las embarcaciones, las calafateaban con betún, una extraordinaria innovación que garantizaba su impermeabilidad. Poseían dos tipos de barcos: los de guerra, a los que incorporaron un invento que en su momento fue revolucionario, el espolón, con el que podían embestir a las naves enemigas; y los de carga, más anchos y lentos, pero con mayor capacidad.
Los fenicios practicaban por igual la navegación de cabotaje –siguiendo por el día el curso de las costas para desembarcar al anochecer en una ensenada protegida donde pasar la noche- y la de altura. En este último caso se guiaban por las estrellas de noche. Aprendieron a navegar también empleando como referencia la Osa Menor, lo cual hacía innecesario recalar en un lugar protegido para pasar la noche. De este modo podían alejarse de las costas, navegando a mar abierto, y cubrir grandes distancias en poco tiempo. Sus barcos transportaban plata, hierro, estaño y plomo de la península Ibérica, lino de Egipto, cobre de Chipre y toda clase de productos manufacturados griegos y egipcios.
La navegación por la costa portuguesa era mucho más complicada y penosa que navegar en aguas del Mediterráneo. De marzo a noviembre, los barcos debían enfrentarse a los vientos de los cuadrantes norte y noroeste, y de diciembre a febrero, la nubosidad impedía la navegación nocturna, y el mar estaba agitado incluso en verano y la debilidad de las corrientes tampoco ayudaba. Así, la ruta hacia Galicia solo se podía hacer contra el viento y con bordas altas o con naves poco cargadas. Las velas eran redondas e imposibilitaban desplazarse en diagonal, por lo que la navegación debía hacerse con remos y se hacía necesario el cabotaje.
Hay evidencias arqueológicas de la navegación fenicia en las Rías Baixas ya en el siglo I a. C., como el ejemplar de ancla mediterránea hallado en la Ría de Vigo y los petroglifos con representaciones fenicias situados en lugares estratégicos con buen dominio visual de la costa: A Laxe de Auga dos Cebros en Pedornes, Santa María de Oia (Pontevedra). Uno de ellos se ha identificado con un hippoi fenicio, barcos pequeños de borda baja y bajo tonelaje con proas y popas en forma de caballo e impulsados por remos, mencionados por Estrabón en su “Geografía”.
Tipos de barcos
En un principio, los barcos eran birretes (dos líneas de remos), que se ampliaron a partir del siglo VI a. C: trirremes (tres niveles de bancos de remos a cada lado del barco), tetrarremes (cuatro) y quinquirremes (cinco).
Los fenicios usaban dos tipos de barcos. Las naves de guerra, alargadas y dotadas de un espolón de proa, y los grandes cargueros redondos, de uso mercantil. También empleaban embarcaciones menores, de uno o dos remeros, con el mascarón de proa en forma de caballo.
El barco mercante era panzudo, por lo que en griego se denominaba gaulós (bañera). Podrían alcanzar hasta los 20-30 metros de eslora y los 6-7 m. de maga, con un calado de 1,5 m. Su casco estaba impermeabilizado con pez y tenía dibujados dos ojos. Se dirigía con timones colocados a popa. Como propulsión auxiliar llevaba remos –entre 18 y 20-, que permitían maniobrar con rapidez en caso de que no hubiese viento, aunque el impulso fundamental lo facilitaba la corriente de aire sobre una gran vela cuadrada colocada en un mástil central. Los pocos remeros pueden tener relación con la necesidad de disponer de bodega libre para llevar la máxima carga posible. Su capacidad oscilaba entre 100 y 500 toneladas y su velocidad, con viento favorable, en torno a los cinco nudos. Para preservarla de maleficios, llevaba alguna figura, como el caballo. La popa solía ser de perfil redondeado y terminaba en forma de viruta o cola de pescado. En esta parte se encontraban los remos usados como timón.
El barco de guerra tenía dos pisos. En la parte inferior llevaba hasta 50 remeros sentados en bancas y en el borde del piso superior, colgaban los escudos de los guerreros. También llevaban mástil con velas. El espolón de proa, en forma de reja de arado, servía para defenderse de los obstáculos y para embestir otros barcos. La poa tenía forma de cola de pez.

Descripción Educativa

La isla de Ons está situada en la ría de Pontevedra. Para conocer ciertos detalles sobre sus primeros habitantes, debemos retroceder a la Edad de Bronce. Esta etapa destaca por la fabricación de utensilios con este metal, gracias a la combinación de cobre y estaño.
Los fenicios, aparte de buenos artesanos y artesanas, eran excelentes navegantes, así como de los mejores constructores de barcos en aquellos tiempos. Esto facilitó a la ciudadanía los conocimientos necesarios para aprender a navegar de la mejor forma posible y asentarse en zonas costeras y en lugares ricos en materias primas.

En Ons se pueden encontrar restos de dos castros correspondientes a la cultura castreña. Uno se localiza en el Castelo dos Mouros, al sur de la isla, y dispone de un gran foso y una mina donde posiblemente encontraban el estaño. El otro, más pequeño, llamado A Cova da Loba, se encuentra en el norte de la isla, donde solo hay restos de cerámica, baldosas y conchas. Por otra parte, también se han encontrado petroglifos, grabados en rocas, dibujos que demuestran la presencia de humanos hace miles de años.

Galería


Datos Generales

Eco-Destino

ES_ Ría de Pontevedra

Puerto / Fondeo / Playa

Muelle de Pasaje Isla de Ons

Localización

Bueu  (Pontevedra)
España

Coordenadas GPS

  • Latitud: 42.37566900
  • Longitud: -8.93238300
  • Servicios y Entorno

    Entorno

    Natural

    Servicios

    Datos de la Visita

    Visitable

    Si

    Interpretable

    Si

    Horarios

    sin información

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